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28 de Noviembre de 2007

Papaya, el dulce sabor de una sinfónica

Una de las inquietudes principales tras la conformación de esta agrupación, es la de sostener en escena un sonido que represente acertadamente los sones de una región.

Un sabor dulce y fresco, como el de una fruta de la tierra de donde uno proviene, es la sensación que la Orquesta Sinfónica de la Papaya busca rememorar en los recitales que sostendrá esta semana en el Fórum Universal de las Culturas.

Manuel Obregón, director de la misma, sostuvo que una de las inquietudes principales tras la conformación de esta agrupación, es la de sostener en escena un sonido que represente acertadamente los sones de una región tan dispersa y tan homogénea a la vez, como lo es Centroamérica y el Caribe.

Algunos temas interpretados, como Los Bolillos, tienen más de cuatrocientos años de antigüedad en la Zona del Masaya en Nicaragua, al igual que el "Buyerengue", siendo éstas encontradas a través de una especie de búsqueda arqueológica que ha implicado el recorrido de cientos de kilómetros a través de todo el continente, y en especial por las desembocaduras de los ríos, como el Paraná, el Amazonas y el Mississippi, que según Obregón, son los sitios idóneos para el nacimiento de nuevas culturas y formas musicales.

"Hay una serie de de rescates de temas antiguos que no habían sido documentados. Este proceso ha ido evolucionando, la Orquesta de la Papaya intenta generar vínculos de las culturas que visitamos y además documentarlos, en este caso, en forma de grabación, lo que nos conllevó a que construyéramos el sello discográfico Papaya Music, con más de 60 artistas de la región, para encontrar una forma de documentar esta música con un catálogo más grande".

La labor "antropológica" de investigación musical se ha fortalecido en Centroamérica con la creación de la Orquesta del Río Infinito, un conglomerado sinfónico que abarca a tres agrupaciones, siendo una de ellas la de la Papaya y dos de Sudamérica, que son la Orquesta de las Misiones y América Contemporánea.

Los ríos anteriormente citados son como "museos a bordo" que parten a cada región y retoman lo más reconocible de cada ciudad.

"La Orquesta ha crecido a nivel continental. El primer encuentro de la Orquesta del Río Infinito se dará en Costa Rica en el próximo mes de abril, y se trabajará desde Tierra del Fuego hasta el Norte de América.

Mississippi es una zona muy rica culturalmente, que tiene que ver con el Caribe, la influencia de Nueva Orleáns.

México es una parte importantísima de eso".

Para Obregón, el hecho de que los cánticos de una región hayan sobrevivido centenares de años a pesar de tantos contratiempos históricos, entre colonizaciones, dictaduras y demás, es "una de las cosas más bonitas" de esta labor antropológica, ya que la denominada "Tierra de la Dulce Espera", como prefiere que se le llame a Centroamérica según la forma en que titularon su más reciente álbum, refiere la supervivencia de la gente y su tradición, no solo a la historia, sino a los aguaceros, a los ataques de la naturaleza como terremotos, inundaciones y otros problemas diferentes, como la injusticia social, que se intenta reflejar de algún modo.

El arte, dice, "es importante como elemento de cambio y de transformación social".

"Papaya", que debe su origen a un error de uno de los vocalistas originales al no poder utilizar correctamente la lengua quiché, se refiere también a Centroamérica como una tierra "rica en frutas", que de algún modo se acomodó a ambas descripciones del grupo, tanto a lo terrenal o propio del campo como a una de las frutas más distintivas de Centroamérica, que representa a su vez a la gente de la tierra, artistas, artesanos y demás, que se ven reflejados en los cánticos.

"La Semilla", "La Nanita", "La Catedral", canciones de Guatemala, El Salvador y Costa Rica, respectivamente, son ejecutadas por el grupo con marimbas de arco, diferentes tipos de ocarinas y flautas, tambores garífunas, mejoraneras, violines campesinos, además de conchas de tortuga, pianos, guitarras y baterías, para brindar a los presentes una amplia gama de expresiones a un recital que se espera, conserve frescura durante toda su estancia.

Desde el 27 de noviembre hasta el 2 de diciembre, la Orquesta Sinfónica de la Papaya se apoderará de Latidos del Mundo a partir de las 20 horas.

Tomado de http://www.elporvenir.com.mx/notas.asp?nota_id=176612