31 de Julio de 2008
Buen efecto: Zapateado , La Vieja , Epitafio ... con temas de ayer y de hoy –porque algunos son nuevos– Ticos se lucieron en Italia
Ana María Parra A. | aparra@nacion.com
Huele a agua / monte adentro / y en el cielo braman / tambores de fuego ... la voz de Fidel Gamboa iba llenando así una noche de finales de julio, en una ciudad italiana.
Sí, con Presagio , tema incluido en el disco dos de Malpaís, Historias de nadie , el grupo costarricense comenzó la que de, principio a fin, fue una actuación memorable: la del sábado 26 de julio en el VIII Festival de Salento. Se tomaba Malpaís la ciudad de Otranto, provincia de Lecce (al sur de Italia).
La escena fue particular –y espectacular– para los ojos de los ticos de Malpaís; los centenarios muros de piedra del Castello Aragonese, parecían sacudirse, dicen los músicos, con la percusión de Carlos Tapao Vargas y de Gilberto Jarquín –de tremendo peso son sus ejecuciones en Presagio , pues dan el soporte a la voz de Fidel Gamboa–.
“El público, que había pagado 15 euros (casi ¢13.000) por cada entrada, rápidamente entró en calor; no solo por los ritmos, sino también por las letras de las canciones”, escribió el mismo Jaime Gamboa, letrista y bajista de Malpaís.
En Italia en italiano. Y es que lo que el “ojiclaro” de Gamboa había dicho a Viva días antes de partir fue cumplido al pie de la letra: traducirían al italiano, hasta donde consideraran convenientes, algunas o parte de las canciones del repertorio que llevaban.
“El momento más emotivo llegó con los versos de Contramarea , cuando Fidel Gamboa le pidió al público sumarse al coro, haciendo una breve versión en italiano: Sono nato per vederte… sono nato per vederte venir da me …”, describió Jaime Gamboa, además hermano de quien lleva la voz cantante, Fidel.
Malpaís había confesado antes de partir que repasaría algunos temas de sus dos discos de estudio publicados: Malpaís-Uno e Historias de nadie , pero que además mostraría canciones nuevas, algunas de las cuales podrían aparecer en el tercer disco de estudio del grupo.
Así, Malpaís llenó el Castello Aragonese con la fuerza de las improvisaciones de Iván Rodríguez y Fidel en Zapateao –tema instrumental creación de Fidel Gamboa–. Los coros de La Vieja , fueron seguidos con atención y aplaudidos generosamente por los asistentes.
No faltó el tema Malpaís –salsita inteligente– y Son inú . Y como lo prometido es deuda... los ticos tocaron canciones nuevas, como el Montuno fantástico e Hila y reta .
Al día siguiente, el domingo 27 de julio, la representación costarricense tenía algo más con lo que cumplir: Manuel Obregón, también parte de Malpaís y padre de la Orquesta de la Papaya y la Orquesta del Río Infinito, tocaría su concierto Simbiosis en el Castello de Acaya también como parte del VIII Festival de Salento.
La chispa adecuada se activó en ambos conciertos para los ticos. “Estamos muy emocionados y sorprendidos, pues aunque habíamos escuchado al grupo en sus discos, la experiencia de escucharlos en vivo es mucho más impresionante”, dijo Gianna Lichetta, directora del Festival de Salento.
Así que, la directora abrió una puerta, una posibilidad, casi una promesa: “Espero poder traerlos de nuevo a Italia, para tocar en Roma y en alguna otra ciudad grande próximamente”, aseguró.
Tomado de: http://www.nacion.com/viva/2008/julio/31/viva1639773.html