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7 de Agosto de 2011

La cultura sacó manteles largos para celebrar

Bastó una mirada rápida de un lado a otro para llegar a una sencilla conclusión: muy pocos de los asistentes a esta fiesta tenían tantos años como el cumpleañero.

Nadie pidió queque ni piñata; el arte fue suficiente para que los invitados al festejo se mantuvieran con la mirada fija en el escenario y las manos en constante aplauso.

Ayer, el Centro Nacional de la Cultura fue el epicentro de la celebración del 40 aniversario del Ministerio de Cultura y Juventud. Sin embargo, desde horas de la mañana, otras actividades se realizaron en varios parques josefinos, dentro del mismo marco festivo.

Entre estas hubo talleres de grafiti, espectáculos de magia, presentaciones musicales, bailes y deportes urbanos.

La cita en la antigua FANAL estaba fijada para la 1 p.m. Unos 20 minutos después, el grupo Madera Nueva ya estaba en tarima propiciando el baile de la muchachada. Las salsas y los merengues hicieron efecto en el repertorio bailable por más de treinta minutos.

Acto seguido, un grupo de seis bailarines del grupo de danza del Conservatorio El Barco llevó a tarima una de las tantas coreografías de la jornada. La danza contemporánea intervino entre las presentaciones musicales del día.

Para jóvenes. El ministro de cultura Manuel Obregón manifestó que entre los objetivos de su cartera está “provocar la apertura del Ministerio para la gente joven, además de llevar las expresiones artísticas a más espacios populares”.

La oferta creativa de este sábado fue un reflejo del camino en el que transitan ambas metas.

Jóvenes en su mayoría, los presentes corearon junto con el grupo Patiño Quintana canciones como Algún día, Rosita y No es tan fácil.

Más tarde los cuerpos de muchos se contonearon con las piezas instrumentales de Éditus, en su formato “360º”, en el que el trío agrega a su presentación secuencias, bajo eléctrico y — en esta ocasión— también un violín y un violonchelo adicionales.

Tocú , Tresesenta y Caminando fueron parte de su aplaudida participación.

Desde buen principio, las butacas estaban todas ocupadas y el espacio para quedarse de pie nunca se vació. La masa se incrementó indudablemente cuando Cocofunka se apropió del espectáculo.

“Definir el movimiento, elevarse con el viento”, comenzó a cantar el vocalista Javier Arce. Bastaron esas palabras para que los fanáticos se acercaran más a la tarima y los cánticos subieran de volumen. Cocofunka comenzó su participación con aplausos y cerró con mayor euforia. Elevarse, La criminal y Positivity fueron parte de la cuota que aportaron a la fiesta.

Al cierre de esta edición, a las 6 p.m., el trío Escats todavía no había subido al escenario, pero el público no había disminuido a su espera.

Ayer se demostró que en Costa Rica la cultura está viva y coleando, tanto por parte de los artistas como para quienes la disfrutan. La fiesta del 40 aniversario de este sábado era para todos ellos.

Tomado de http://www.nacion.com/2011-08-07/Entretenimiento/NotasSecundarias/Entretenimiento2869351.aspx