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8 de Mayo de 2008

Isla del Coco ‘cantó’ con Manuel Obregón

Música emanó desde un barco

Ana María Parra A.
aparra@nacion.com

Del dicho al hecho no queda pero ni un pedacito de trecho para Manuel Obregón. Lo que fue anunciado por lo alto, un concierto único en la Isla del Coco, fue promesa cumplida.

Ante unos 140 espectadores el pianista, compositor y “papá” de la Orquesta de la Papaya y de la Orquesta del Río Infinito cumplió con sus tres citas programadas: el 28, el 29 y el 30 de abril desde el barco Pacific Explorer.

Al dar por consumados sus tres recitales Manuel Obregón se convirtió en el primer músico costarricense en trasladar su música a 500 kilómetros del litoral pacífico, para tocar sobre las aguas Pacífico Oriental Tropical y frente a la Isla del Coco.

Inmaculado.
Blanco fue el piano que usó Obregón, y blanca también fue la tela en la que se proyectaron imágenes relacionadas con sus composiciones mientras el músico hizo de las suyas en el noble instrumento.

Mucho, o más bien todo, tienen que ver con la naturaleza los proyectos escogidos por Manuel Obregón para aquellos tres particulares conciertos.

Simbiosis , presentado el 28 de abril, fue el primer trabajo en el que Obregón se metió, literalmente, en la naturaleza. Fue un disco de piano y bosque lluvioso grabado in situ en la reserva de Monteverde.

Trance submarino es un sumergirse porque Obregón experimentó con el mar. En la Isla del Coco, el pianista retomó este trabajo al ofrecerlo en concierto el 29 de abril.

Mientras que, el 30 del mes pasado, lo que sonó desde el barco que flotaba en las aguas que bañan la isla fue Piano Malango , en el que Obregón rescata sonidos tradicionales del folclor de Costa Rica, Nicaragua y Panamá.

Fueron pasajeros, guardaparques, biólogos, tripulantes e invitados quienes conformaron el particular público de estos conciertos sobre aguas saladas.

De esta aventura de Obregón se espera que aparezca un nuevo disco en el mercado.

Tomado de
http://www.nacion.com/viva/2008/mayo/08/viva1527855.html